viernes, 19 de febrero de 2010

Un nuevo espacio para hablar sobre lo que nos pasa por dentro



El tabú, la incomprensión social y la falta de espacios donde hablar sobre qué nos pasa por dentro no hace más que exacerbar el sufrimiento de las personas. En los EUA, entrevisté a uno de los principales expertos del mundo en suicidio quien me explicaba que la solución a estos problemas suele ser más sencilla de lo que la gente piensa. Poder hablar libremente y sin miedo al estigma de la incomprensión forma parte del camino que debemos seguir para ser una sociedad cada vez más feliz. Otros caminos pasan por ampliar las políticas de prevención.
Tanto en Facebook como en nuestra red de blogs afiliados –entre los que están el mío, el del programa Redes, el de Inteligencia Emocional que coordina Elsa Punset, y el blog Somos Primates del primatólogo Pablo Herreros– vemos que la gente necesita hablar sobre las cuestiones que más nos afectan a los homínidos: el amor, la felicidad, la salud, las relaciones sociales y familiares… Hablar abiertamente sobre estas cuestiones no es frecuente.
Amor, felicidad, vínculos de pareja y de familia… son algunos de los temas más tratado en el apoyo psicológico on-line.



Por ello, en este blog, iniciamos hace un tiempo un experimento extraído de las redes sociales. Abrimos un espacio para que las personas pudieran compartir sus inquietudes y conectar con el resto del mundo. Un grupo de psicólogos y profesionales de la salud –a los que todos agradecemos su esfuerzo desinteresado en este proyecto– decidieron experimentar la creación de una plataforma digital de apoyo psicológico: medir las necesidades de las redes de amigos, articular los códigos organizativos, implantar las tecnologías de apoyo psicológico, asegurarse de que en lugar de suplantar potenciales focos de apoyo clínico, creábamos las condiciones para que los interesados pudieran acceder a la información y consejo cuya inexistencia era causa de tanto dolor.
Después de tres meses de experimento evaluado positivamente, se está en condiciones de ofrecer esa red de reflexión y ayuda a todas las personas interesadas, no solo aquellas que todavía dudan de que exista vida antes de la muerte, sino también a todos los que decidieron ya hace tiempo profundizar en los caminos de la felicidad.




EDUARD PUNSET.

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